jueves, 14 de noviembre de 2013


Las armas tienen una consecuencia perversa sobre las sociedades, frenan el desarrollo y no representan ningún avance económico, pues si los mismos recursos que se destinan al mantenimiento de ejércitos y la industria militar, fueran a parar a la industria civil serían generadores de más desarrollo humano y social. 

Además, las armas, son una de las causas principales de las desigualdades entre los países del norte y el sur, pues contribuyen a la pobreza del Tercer Mundo, por el endeudamiento que provocan las exportaciones de armas de los países del norte hacia el sur. 


¿Realmente hay tantas armas como se dice? ¿Son necesarias? 


Lo cierto es que hay armas nucleares y no nucleares. Entre las no nucleares podemos diferenciar entre convencionales (todas las que no son de destrucción masiva) y las biológicas y químicas. 
A pesar de su importancia la mayoría de las armas acumuladas no son nucleares. Es más, cuatro quintas partes de los gastos mundiales militares se dedican a las armas convencionales y al mantenimiento de las fuerzas armadas. 
Un buen ejemplo de la inseguridad que crea la sobresaturación de armas, desde el fin de la Guerra Fría se han producido 87 conflictos armados con más de siete millones de muertos, de los cuales el 90% han sido civiles, y donde se han utilizado armas convencionales producidas en el norte. 








TIPOS DE ARMAS











La verdad es que no necesariamente. Todo depende de si se produce sólo por razones de seguridad o si se produce para exportar. Sin embargo, las declaraciones oficiales suelen ser circulares: la industria de armamentos asegura la capacidad de defensa; considerados los precios actuales de los productos bélicos, la viabilidad de la industria exige aumentar la producción para reducir costes, la sobreproducción, sin embargo, exige exportar. 
Lo cierto es que hay industrias creadas en función de la exportación y no de la satisfacción de las necesidades del mercado interior. Hay países donde sólo se exporta una cuarta o quinta parte de la producción (Suecia, Alemania), otros, como Italia, exportan por el contrario un 70% de su producción. 
España (como Francia y Gran Bretaña) exporta entre un 40 o 50% de la producción del sector, lo que significa que muchas armas son diseñadas para ser vendidas en el exterior.